ARREPENTIMIENTO Y FE EN CRISTO

NEHEMIAS 9: 1-15

Hoy en el presente, vemos como el mundo en el que vivimos, es egocéntrico, conflictivo, idolatra, materialista, homicida, abuso de poder y entre otros males que aquejan en nuestro mundo y comunidad actuales.

Sin duda alguna este año 2024, estuvo plagado de lo mencionado en el párrafo anterior, y también fuimos en ocasiones participes de ciertas cosas que nos rodean en este mundo, y por lo tanto hemos sido participes de pecado. Esto fue precisamente lo que paso con los hijos de Israel y fueron ellos precisamente que confesaron sus pecados y los de su familia; ‘Y ya se había apartado la descendencia de Israel de todos los extranjeros; y estando en pie, confesaron sus pecados, y las iniquidades de sus padres. Y puestos de pie en su lugar, leyeron el libro de la ley de Jehová su Dios la cuarta parte del día, y la cuarta parte confesaron sus pecados y adoraron a Jehová su Dios. ‘Nehemías 9:2-3.

Si hemos sido participes de pecado, levantémonos como aquellos levitas y empezaron a pedir perdón y a adorar a Dios. Y recordaron de quien es Dios y de donde los salvo; ‘Tú solo eres Jehová; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran. Tú eres, oh Jehová, el Dios que escogiste a Abram, y lo sacaste de Ur de los caldeos, y le pusiste el nombre Abraham; y hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste pacto con él para darle la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su descendencia; y cumpliste tu palabra, porque eres justo. Nehemías 9:6-8.

Recordemos que la desobediencia y falta de fe del pueblo de Israel, hizo retrasar su entrada 40 años a la tierra prometida, y vaya que si sufrieron. En ocasiones nosotros cometemos pecados seguidos y no permitimos mostrar a Dios su bendición para nosotros, y es triste ver que a veces nunca vemos la bendición en nuestras vidas por causa de nuestro pecado.

Por ello hermanos arrepintámonos de nuestros pecados y adoremos al Rey de reyes y señor de señores. Reconozcámoslo en nuestras vidas y permitamos que su bendición se vea reflejada en nuestras vidas, dejemos a lado el egoísmo de querer tener la razón sobre nuestro prójimo o incluso sobre Dios, y vivamos la vida que Dios nos dio confiados en que él sabe que es lo mejor para nosotros, así como el sabia que era mejor para su pueblo Israel. Y así de esa manera arrepintámonos de lo que haya pasado este 2024 y encomendemos a Dios este nuevo año por comenzar 2025.

Luis David Soto Ramírez